La primavera me ha pillado en este rincón mágico de agua y roca caliza. Ninh Binh está a unos 100 km al sur de Hanoi. Pasados unos cuantos arrozales y búfalos de agua, en mi caso la ruta fue en bici (opcional), te puedes dejar flotar río abajo impulsado por las piernas de un/a remero/a vietnamita durante dos horas para disfrutar de la maravilla natural del "Halong de interior", como le llaman, y cierto es que no tiene nada que envidiarle a la impresionante bahía.
Durante el trayecto fluvial por el río Ngo Dong se atraviesan tres grutas, que le dan el nombre a la zona: Tam Coc. El tráfico es intenso, eso sí, pero si uno es capaz de obviarlo, la magia no se pierde...
Qué envidia, qué atmósfera más misteriosa se imagina...