La primavera me ha pillado en este rincón mágico de agua y roca caliza. Ninh Binh está a unos 100 km al sur de Hanoi. Pasados unos cuantos arrozales y búfalos de agua, en mi caso la ruta fue en bici (opcional), te puedes dejar flotar río abajo impulsado por las piernas de un/a remero/a vietnamita durante dos horas para disfrutar de la maravilla natural del "Halong de interior", como le llaman, y cierto es que no tiene nada que envidiarle a la impresionante bahía.


Durante el trayecto fluvial por el río Ngo Dong se atraviesan tres grutas, que le dan el nombre a la zona: Tam Coc. El tráfico es intenso, eso sí, pero si uno es capaz de obviarlo, la magia no se pierde...


Lo que sí fue terrorífico fue el tráfico (más bien la conducción temeraria de nuestro piloto) en las dos horas de carretera de ida, y otras dos de vuelta... yo llegué la última al autobús, y como no podía ser de otra manera, sólo quedaba libre el asiento del copiloto, así que me tocó vivirlo todo en primera fila y por supuesto... sin cinturón de seguridad!!! (¿eso qué es?).
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1 Response
  1. Eunuco Says:

    Qué envidia, qué atmósfera más misteriosa se imagina...


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