Arroz con piña al aroma de hierba limón en el Tamarind Cafe. Los palillos son míos.
Nada, que no lo consigo evitar, llevo tres días en Hanoi y los tres días he acabado comiendo en el mismo sitio. Sólo por el nombre ya me atraía, pero es que el lugar es ideal: comida deliciosa y a buen precio (no diré barata porque aquí se puede comer fenomenal por un euro, eso sí, en la calle y sentado en un taburetito de plástico, toda una experiencia vietnamita...) Si hasta tienen vino español y música jazz/chillout, y encima está enfrente de mi hotel. Intentaré investigar a partir de ahora nuevas posibilidades, porque si algo distingue a Hanoi y Vietnam en general es la exquisita cocina local. Y Hanoi está repleto de restaurantes para todos los bolsillos.
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3 Responses
  1. Anónimo Says:

    Como continues con estos comentarios tan deliciosos nos vas a obligar a coger un avión a Hanoi!!! bss, mar


  2. Borja Says:

    Cómo te cuidas!!! Un beso.Borja


  3. Eunuco Says:

    Cuando muera quiero que me entierren con ese plato (y eso sin probarlo...)


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